La presencia de tu empresa en el entorno online es vital, pero también es importante que tu página web sea un sitio accesible, comprensible, atractivo y con contenido interesante. Se trata de tu escaparate online, por lo que es necesario que esté optimizado para cumplir con estos objetivos y lograr que el cliente sienta que ha valido la pena consultarla.

Te presentamos las claves fundamentales:

 

Tiempo de carga

Una de las razones principales de abandono de un sitio web es por el tiempo excesivo de carga. Para que la web se cargue rápidamente debes evitar usar en la página principal imágenes muy pesadas o vídeos que se reproducen automáticamente. El tiempo es oro, y los usuarios valorarán positivamente que puedan acceder inmediatamente.

 

Diseño atractivo

Independientemente del tipo de negocio, un requisito esencial es que sea agradable a la vista y que el orden sea lógico para facilitar su compresión. Lo primero que tienes que saber es qué quieren tus usuarios y, a partir de ahí, colocar la información que te solicitan y los diferentes elementos que conforman la página, de forma que puedan seguir un recorrido coherente. Tener un buen diseñador que sepa combinar los colores, los gráficos, la información y las imágenes puede facilitarnos el trabajo. Al final se trata de una herramienta más que debe diferenciarse de la competencia, por lo que la originalidad también es un punto a favor.

 

Diseño responsive

El aumento del número de usuarios que navega a través de los distintos dispositivos móviles o tablets obliga a que los contenidos estén adaptados atodos ellos. El diseño responsive se refiere a que la web sea completamente adaptable a cada tipo de dispositivo.

 

Usabilidad y navegabilidad

El diseño es importante, pero también la experiencia de usuario a la hora de moverse por la página y buscar la información. El objetivo es que el usuario pueda llegar a cualquier página de la web desde donde se encuentre. Algunos consejo son las barras de navegación en la parte superior, que pueden ayudar al usuario a conocer su ubicación actual, la jerarquización de la información y colocar un motor de búsqueda interno.

 

Contenido original

El contenido de la web debe presentarse de forma clara y comprensible, pero también debe ser propio, es decir, que no haya sido copiado de otros sitios web. Esto facilitará su posicionamiento en Google. El vídeo y las imágenes son lo que más atrae a los usuarios y hacen la lectura más atractiva y dinámica. Algunos factores que debemos evitar:

  • Hablar solo de lo que le interesa a la empresa, sin pensar en los que realmente quiere el cliente.
  • Poner demasiada información y desordenada.
  • Que la información se quede obsoleta y desactualizada.
  • Incluir vídeos o música que se reproducen automáticamente, ya que hacen la carga más lenta y habitualmente incómoda.

 

Optimizada para los motores de búsqueda

La web debe contener las palabras clave relevantes para tu negocio, es decir, aquellas por las que tus clientes potenciales vayan a buscarte en los buscadores como Google, Yahoo o Bing. Las palabras clave más relevantes deben colocarse al principio del título de cada página y deberán emplearse para la redacción del propio contenido de la web.

 

Actualización periódica

La página web no puede quedar estática una vez diseñada, sino que hay que actualizarla o correremos el riesgo de que quede obsoleta. Los cambios deben producirse en el contenido, pero con el paso del tiempo también lo requerirá el diseño, ya que las nuevas tecnologías evolucionan constantemente y deberá adaptarse a los cambios.